La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que afecta la capacidad del cuerpo para convertir la glucosa de los alimentos en energía. En la mayoría de los casos, la diabetes tipo 1 se desarrolla en las primeras etapas de la vida y a menudo se diagnostica durante la infancia.
La enfermedad comienza cuando el sistema inmunológico ataca a las células del páncreas que producen insulina, la hormona que ayuda a convertir la glucosa en energía para las células del cuerpo. Por esta razón las inyecciones diarias de insulina, en personas con diabetes tipo 1 son requeridas.
Referencias
1. IDF Diabetes Atlas 2021 edition
2. 56%: Nicolucci A, et al. Diabet Med 2013;30:767-77
3. DAWN 2 study
4. Novo Nordisk Reporte Anual 2019
Mantener los niveles glucémicos óptimos en la sangre ayuda a proteger del daño a los órganos del cuerpo. La diabetes tipo 1 requiere protección para evitar hipoglucemias.
La terapia con insulina tiene como objetivo acercarse lo más posible a la respuesta natural de la insulina, de una manera similar a cuando se carece de ella en diabetes tipo 1. Ayudando así a mantener los niveles de los objetivos glucémicos en la sangre.
Cuanto más se acerca la terapia de insulina a la respuesta natural del cuerpo, mejor es el equilibrio de los niveles de glucosa en la sangre.
Debe ser lo más simple posible de administrar y esta ha sido siempre nuestra filosofía, desde mejores tratamientos hasta soluciones digitales, nos esforzamos por aliviar la carga de vivir con una enfermedad crónica y satisfacer las diversas necesidades de millones de personas.
La insulina es una hormona producida por el páncreas que controla la cantidad de glucosa en sangre, muy poca insulina significa que el cuerpo no puede absorber la glucosa de algunos alimentos que comemos, cuando esto sucede los niveles de glucosa en sangre aumentan y con el tiempo esos niveles altos pueden dañar los vasos sanguíneos, así como reducir el suministro de oxígeno y sangre rica en nutrientes a los órganos y nervios del cuerpo.
Actualmente estamos investigando los siguientes áreas:
Cuando combinamos el escuchar los síntomas y necesidades presentes en una enfermedad crónica, con nuestra experiencia científica y habilidades de ingeniería, podemos seguir descubriendo y desarrollando insulinas innovadoras y sistemas de administración.